Ojos de torcacita.

 

Ojos verdes siempre tan brillantes.

Alegres, vivarachos, siempre soñadores. 

Con mirar intenso del gran Señor.

Con un dejo, de pequeño tunante.

 

Cual esmeraldas, ojos radiantes.

Derrochando a la par mil destellos,

Heraldos de sus pensamientos bellos

Y de su alma buena, ojos danzantes.

 

Danzaban en sus ojos cual onda luminosa

Sobre todo las miradas a su esposa.

Miradas que decían, Te Quiero Por Bonita

Y por tus ojos cafés de torcacita.

 

Yo me llevaré el calor de tus miradas,

Mas allá de la vida y la esperanza.

Mas allá del tiempo y la distancia.

Mas allá de la muerte y el sepulcro.

 

Y dejaré para ti el recuerdo de mis besos,

Las historias de los buenos tiempos.

Para que los alternes con tus rezos

A los nietos, hijas y bisnietos.